30 de noviembre de 2008

Esta noche

Voy borracho, eso es innegable, pero a la vez excitante, la oportunidad de soltar las amarras de mi propio barco, de dejar que las palabras vuelen fuera de su escondite.

Cinco cubatas son suficientes para que entre una amiga y tu resplandezca algo que no se busca, pero que se encuentra entre los pozos del subconsciente.
Freud pensaba que el sexo era el motor de la vida. ¿Es cierto?
Prefiero pensar como Jung. Prefiero pensar que es algo más que simple sexo. Quiero creer que es una sombra pasajera que nos ha ofuscado, un algo que pasará pronto.
Sin embargo ha sido divertido. Jamás pasará de aquí, pero esa tensión fue en parte divertida.
No ha pasado nada, pero todo ha existido en nuestra mente. La posibilidad.

Cambiando de tema, no recordaba que se pudiera ligar en un lavabo, he de salir más.
Y tú, sirvienta de copas y refrescos, deja de sonreir falsamente, que se te estropea la cara, y tu alma lo paga con creces...

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