23 de noviembre de 2008

Eso es


Ya tocaba. Echaba de menos las noches sin dormir. Sentarme delante del ordenador y meditar. No pensar en nada, dejar que las ideas fluyan a ti. A veces pienso que el zen es pura mierda, pero otras veces me descubro escuchando el silencio por más de media hora. ¿Existe el silencio? ¿Existe el presente? ¿Porqué pensar en estas cosas? ¿Para qué?
Sigo sentado, y sólo me quedan pensamientos por devorar. Lamentarse por algo que no tienes es inútil, no te lo devolverá. Del mismo modo para las cosas que deseas. Espera. No. Desear las cosas nos puede hacer llegar a ellas y eso puede ser aún más peligroso. Miedo a triunfar, como dijo el poeta de la calle. Pero hablo de triunfar en las metas personales. Sé perfectamente que me haré rico y famoso cuando escriba mi libro, pero no tengo prisa, todavía soy joven y dichoso.
Sigo sentado y sigue siendo de noche y me resisto a irme a dormir sin hacer nada útil. El dia de hoy lo he dedicado al ocio, y eso está muy bien, pero hacer las cosas que te gustan no siempre llenan.
La cuestión es, ¿de que quiero llenarme?
Quizá quiero vaciarme. Cuando volvía de Barcelona por Vallvidrera me iba durmiendo en la moto, y pensaba que la muerte podría arrebatarme de aquí muy dulcemente, casi sin hacer mucho ruido ni siniestro, simplemente dejándome tirado en una cuneta, pero de forma que mi moto se quedara conmigo y no obstruyera la vía.
De hecho, sería un gran detalle por parte de la Muerte sacar unos triángulos y señalizar el accidente.
La risa. Hoy lo pensaba cuando recordaba El Cielo sobre Berlín, de Wim Wenders. ¿Acaso no es la risa una de las principales causas que deberían envidiar los ángeles de los humanos?
Ángeles...he encontrado a uno, pero se parece demasiado a mí, ¿que debería hacer?
Me gusta sufrir. Luego podré reirme de mi mismo. A carcajada limpia, moviendo la mandíbula arriba y abajo, como la Muerte.

1 comentario:

Illustrate me dijo...

pero reconeixes que hi ha grups que no pots evitar comprar...
ahí lo dejo.