28 de febrero de 2009

Rooibos

El Rooibos es un arbusto sudafricano que se prepara en infusión, y con un sabor parecido al del té, lo cúal hace que mucha gente crea que es una espécie de té.
Actualmente soy un gran consumidor de esta bebida, y las cualidades que más me gustan de él, obviando sus propiedades nutritivas y biológicas, són que no se pasa de infusión, es decir, que al no ser un té propiamente dicho, no tienes que estar pendiente de cuanto tiempo llevas con la mezcla en el agua. Todos sabeis que (dependiendo del tipo de té, claro) si te pasas en el tiempo de infusión, que ronda entre los 5 y 10 minutos, la bebida se amarga, aparte de perder muchas de sus propiedades.
Otra cosa que me gusta del Rooibos, es, por supuesto, el sabor, que ya de por sí es muy dulzón, y al que no hará falta añadir casi azúcar (a menos que seas un fanático de los tés marroquís, y de las infusiones de menta, en cuyo caso seguirás echándole cucharadas y cucharadas de azúcar) Recuerda mucho al té rojo, pero con su propia personalidad.
Una ventaja más que tiene es que no tiene cafeína, al contrario que el té, que las tiene en proporciones mínimas, por supuesto, pero las tiene.
Sigue siendo un estimulante cerebral, como yo le digo, pero no me hagais mucho caso en ese sentido, puesto que mi inclinación a la escritura me hace considerar una copa como otro estimulante cerebral.
Ya he acabado con el tema Rooibos. Solo deciros que si quereis probar un buen té, por favor, no lo tomeis en sobre, que no vale nada y sabe a papel.
Los japoneses y su ceremonia del té es algo tan complejo que casi escapa a nuestra comprensión, algo similar a lo que nos ocurre con las magnitudes del universo, distancias tan increíblemente vastas que no las podemos imaginar.
¿Que es lo que ocurre exactamente con esta ceremonia? En lugar de aburriros con histórias de geishas solo os diré que para los nipones entendidos, el momento de la preparación, infusión y mezcla del té para su posterior consumo son actividades a las que se les ha de dar su propia atención, y es como si dijera que en el momento que me lo tomo no existe nada más en el cosmos que el té, y yo en infinita comunión con el, me lo tomo despacio y sabiendo cúal es mi lugar en él.
Es una pausa en el camino para meditar. Dedicarle el tiempo a cada cosa, una vez más. Cuando camino voy andando, y cuando duermo, sueño.

16 de febrero de 2009

Los abuelos

Los abuelos son esos seres entrañables, pequeños y arrugados que a veces se quedan delante de una obra corrigiendo, incordiando, molestando, hablando, contando chistes, y haciendo bulto. La sociedad de hoy en día tiende a despreciar la gente mayor, eso es tristemente cierto, y no estoy a favor de recluir a nuestros ancianos en centros. Supongo que en el apartado "MG for president" les daré una salida tan utópica como útil para la buena marcha de nuestro país. Quiero decir una curiosidad sobre los ancianos y el respeto a estos, y es que en la antigua Grécia, a estos se les llamaba a veces "tumbas", por su cercanía a la muerte. Me resulta gracioso, y entrañable también.
"¡Hasta mañana, tumba!"
Salvador es un hombre de unos sesenta y muchos que vive en la Floresta y que me cruzo por todos lados y siempre nos saludamos. Hemos hablado muchas veces y mucho rato, y me sé ya la mitad de su vida. Lo interesante de este hombre, la enseñanza que se desprende de él, es que por mucho que te deslomes a trabajar y ahorrar, nunca podrás llegar a disfrutar del todo el fruto de tu trabajo si les dejas un legado a tus hijos. No es que haya tenido movidas con su familia ni nada de eso, simplemente es un hombre que se ha dado cuenta de que cuando tuvo suficiente dinero acumulado ya era demasiado mayor para hacer con él lo que soñaba de joven.
Esto casa perfectamente con una filosofia que me gusta mucho:

"Carpe diem quam minimum credula postero" (aprovecha el día y no confíes en el mañana)
O como dijo James Dean, ese increíble actor de dos años de carrera cinematogràfica, solo tres películas y la eternidad entera para él:

"Dream as if you'll live forever. Live as if you'll die today" (sueña como si fueras a vivir para siempre, vive como si fueras a morir hoy)

Cada vez estoy más convencido de que se tiene que vivir el presente. Podemos marcarnos metas lejanas, de hecho el ser humano las necesita para vivir, pero hemos de sacar la mágia a cada uno de los momentos que estamos viviendo.
Como dice cierta filosofia oriental, vivir cada momento en su plenitud. Desayunar dedicándole tiempo al desayuno, disfrutando de él, concentrándonos en él, en el placer que nos reportará. Quizá no es necesario ver la tele mientras se desayuna, quizá no es necesario hacer mil cosas a la vez. Quizá lo suyo es dedicar un tiempo a cada cosa. yo creo que si eres de los que te gusta leer el periódico mientras desayunas, adelante, ¡pero no seas el que come el bocata mientras trabaja!

Esta entrada ha dejado mucho que desear, he empezado hablando de una cosa y me he ido por las ramas, lo sé, pero quería vaciar un poco la mente, y atropelladamente, así, en forma de letras, líneas y párrafos, ha sucedido